Imprescindible para todos los que practicamos ciclismo realizar una
prueba de esfuerzo como mínimo al inicio de la temporada para poder
comprobar que nuestro cuerpo está preparado y en condiciones seguras
para la practica del deporte. Son muchos los casos de paradas cardíacas
en deportistas de élite y en amateurs como para que no tomemos
consciencia de la importancia de esta prueba.
Para que nos vamos a engañar, la prueba quitando las mediciones iniciales de talla, peso, grasa corporal, etc… es dura, dura!!
Viene a ser como una subida a un puerto, donde cada vez se va
poniendo más duro y más duro, hasta conseguir llegar a tu límite y que
tus piernas se rindan después de rondar tus pulsaciones máximas.
La sesión de bici, empieza con un calentamiento previo (en mi caso
esta vez, ha sido cortito), para iniciar la sesión con 100 Watios (es la
medida de potencia que se utiliza en estos casos para medir la fuerza)
durante un minuto, para ir incrementando 25 Watios cada minuto que pasa.
Todo ese tiempo, hay que rodar a una velocidad constante, que en mi
caso ha sido de 80 rpm.
Los primeros minutos, son fáciles y relativamente cómodos, pero al
partir del minuto 7 u 8 rondando los 250-275 Watios, la cosa ya empieza a
costar más y las gotas de sudor que caen por la punta de la nariz cada
vez son más. Cada minuto que pasa, el doctor toma la presión arterial
para comprobar que todo va bien.
En mi caso llegado el minuto 13 a 350W la cosa ya se pone MUY dura y
el doctor me anima a seguir un minuto más. Saltamos a 375W y ahora ya
cuesta mucho aguantar la cadencia. La bici utilizada no tiene calas y
los pies van atados con unas gomas. En ese momento, ya se mueve la bici
del suelo y los pies se salen de las gomas y cada vez más me cuesta
mantener la cadencia…. Así que a falta de 20 segundos para completar el
minuto, mis piernas (que ya hace rato que me arden) dicen stop.
No ha estado mal. Los resultados son satisfactorios para estas
alturas de la temporada y entre otras cosas, me indican que las
pulsaciones han subido progresivamente y que tanto el corazón, la
recuperación, como la capacidad pulmonar están bien. Todos los
parámetros están por encimas de los ‘habituales’ para una persona de mi
edad, con lo que estoy contento. Mi Vo2 (para los que entiendan de estas
cosas) es de 67,5.
O sea qua ahora ya no tengo excusa para entrenar fuerte!
Retto.com
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