martes, febrero 12, 2013

Pruebas de Esfuerzo

Imprescindible para todos los que practicamos ciclismo realizar una prueba de esfuerzo como mínimo al inicio de la temporada para poder comprobar que nuestro cuerpo está preparado y en condiciones seguras para la practica del deporte. Son muchos los casos de paradas cardíacas en deportistas de élite y en amateurs como para que no tomemos consciencia de la importancia de esta prueba.
Para que nos vamos a engañar, la prueba quitando las mediciones iniciales de talla, peso, grasa corporal, etc… es dura, dura!!
Viene a ser como una subida a un puerto, donde cada vez se va poniendo más duro y más duro, hasta conseguir llegar a tu límite y que tus piernas se rindan después de rondar tus pulsaciones máximas.

La sesión de bici, empieza con un calentamiento previo (en mi caso esta vez, ha sido cortito), para iniciar la sesión con 100 Watios (es la medida de potencia que se utiliza en estos casos para medir la fuerza) durante un minuto, para ir incrementando 25 Watios cada minuto que pasa. Todo ese tiempo, hay que rodar a una velocidad constante, que en mi caso ha sido de 80 rpm.


Los primeros minutos, son fáciles y relativamente cómodos, pero al partir del minuto 7 u 8 rondando los 250-275 Watios, la cosa ya empieza a costar más y las gotas de sudor que caen por la punta de la nariz cada vez son más. Cada minuto que pasa, el doctor toma la presión arterial para comprobar que todo va bien.
En mi caso llegado el minuto 13 a 350W la cosa ya se pone MUY dura y el doctor me anima a seguir un minuto más. Saltamos a 375W y ahora ya cuesta mucho aguantar la cadencia. La bici utilizada no tiene calas y los pies van atados con unas gomas. En ese momento, ya se mueve la bici del suelo y los pies se salen de las gomas y cada vez más me cuesta mantener la cadencia…. Así que a falta de 20 segundos para completar el minuto, mis piernas (que ya hace rato que me arden) dicen stop.
No ha estado mal. Los resultados son satisfactorios para estas alturas de la temporada y entre otras cosas, me indican que las pulsaciones han subido progresivamente y que tanto el corazón, la recuperación, como la capacidad pulmonar están bien. Todos los parámetros están por encimas de los ‘habituales’ para una persona de mi edad, con lo que estoy contento. Mi Vo2 (para los que entiendan de estas cosas) es de 67,5.

O sea qua ahora ya no tengo excusa para entrenar fuerte!




 
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